Innovar para buscar empleo ‘online’
Si ha perdido la fe en la efectividad de los portales de empleo, no está solo. En ocasiones, utilizarlos puede parecerse más a jugar a la lotería que a buscar trabajo en la Red. ¿Cómo resaltar entre cientos de candidatos para un solo puesto? ¿Revisan las empresas todos los currículos? ¿Por qué motivo nos han descartado? ¿Por qué en Infojobs, el mayor portal de empleo en España, solo se anuncian 9.600 empresas cuando en España hay más de 600.000 compañías con más de tres empleados?
Medio ambiente, un campo abonado para emprender
La ecología, la sostenibilidad o las nuevas formas de obtener y aprovechar la energía son áreas con grandes oportunidades. Biólogos e ingenieros son los perfiles más comunes, aunque no los únicos.
“El interés por el medio ambiente es algo más que márketing. No es una moda, es una realidad con la que conviviremos para siempre. Por tanto, se abre un campo de interesantes aplicaciones y desarrollo de proyectos vinculados a la nueva realidad”. Así explica Fidel Rodríguez, director del curso de Emprendedores de la EOI la importancia que este sector tiene en la sociedad. El cuidado del medio ambiente y el aprovechamiento de las energías no es sólo una filosofía de vida para colectivos muy concretos como los ecologistas. Cada vez cobra más importancia en todos los ámbitos de la sociedad y también es una alternativa de negocio.
Los ‘graffitis’ se pintan con pistolas de agua
Cualquier color vale para pintar un graffiti. Incluido el transparente del agua. Para que estas pinturas murales puedan lucir, literalmente, en todo su esplendor, el artista Antonin Fourneau ha desarrollado un material interactivo que reacciona al contacto con el líquido iluminando las más de 20.000 bombillas LED desplegadas sobre él. “Es un concepto elegante y simple para utilizar el agua como conductor eléctrico”, explica.
Creado en el laboratorio artístico francés Digitalarti, el Water Light Graffiti se estrenó el pasado julio en una calle de Poitiers, en Francia, donde los visitantes podían jugar con pistolas de agua, brochas o trapos mojados para crear formas a su antojo. “Quería trabajar con materiales interactivos que pudieran instalarse en lugares públicos sin tener que usar un ordenador, un videoproyector, una cámara cinética u otro sistema complicado para los espacios abiertos”, asegura Fourneau, parisino de 32 años.
Hay luces en el túnel laboral
La crisis no ha logrado hacer mella en todas las profesiones. Algunos siguen estando muy demandados por las empresas y cobran sueldos más que razonables. Todos ellos cuentan con unos conocimientos mínimos que ya se dan por supuestos: carrera universitaria, idiomas (el inglés se da por descontado y los demás siempre suman), manejo de las tecnologías básicas (incluidos desde los programas de Office a todas las posibilidades de Internet y las redes sociales), el perfil internacional (haber trabajado o vivido en otros países) y la versatilidad. Además, se valora mucho la disponibilidad para viajar dentro o fuera del país, bien para realizar proyectos puntuales de semanas o meses, bien para vivir en el extranjero durante varios años.
Hacia la universidad multinacional
Hace mucho tiempo que la internacionalización se convirtió en una palabra-mantra para las universidades: si quieres ser alguien en el mundo de la educación superior, tienes que tener muchos estudiantes extranjeros, también profesores e investigadores, proyectos en colaboración con otras partes del planeta, titulaciones conjuntas… Se trata de buscar, encontrar y atraer el talento allá donde esté, pero también de catar una parte de un atractivo negocio que mueve miles de millones de euros al año: distintas estimaciones hablan de que los alumnos extranjeros aportan unos 14.000 millones al año a la economía de EE UU (según la Association of International Educators) o 13.000 millones a la de Australia (cálculo del propio Gobierno).
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