Hoy viernes, en nuestro Blog entrevistamos a Alicia Francos Pérez, ginecóloga especialista en reproducción humana, directora médica y fundadora de Clínica EMBY, socios de Innovasturias.

¿A qué se dedica su entidad?
EMBY es una clínica centrada en proporcionar servicios de medicina reproductiva. Puede parecer una presentación muy pobre, pero no lo es para nada. La medicina reproductiva de esta década es un compendio de conocimientos científicos que hay que poner en orden para poder tratar la infertilidad, una de las enfermedades de nuestra época.
Estos servicios son liderados por la especialidad médica dedicada a la atención a las mujeres, la ginecología, pero para poder poner sobre la mesa todas las herramientas diagnósticas y terapéuticas tienen que participar genetistas, embriólogos, endocrinos, andrólogos, enfermeras, inmunólogos, etc. Es una especialidad en la que se juegan los partidos en equipo, no es un “deporte individual”.
En EMBY solamente ofrecemos estos servicios, no hacemos ginecología general, obstetricia, urología, análisis clínicos… Todo nuestro equipo tiene una misma y única visión, atender a los problemas reproductivos.
¿Qué les impulsó a asociarse a Innovasturias?
Desde el primer momento, cuando comenzamos a darle forma a este proyecto, sabíamos que no es posible proporcionar los mejores cuidados y servicios médicos sino estás a la vanguardia de la ciencia y el desarrollo. No podemos ir “a rebufo” de los demás. En ese momento decidimos que una de las patas de nuestro proyecto tenía que ser la innovación y la investigación, y por ese motivo cada año dedicamos una parte de nuestro presupuesto a I+D.
La experiencia de nuestro equipo –especialmente la de Miguel García, que es enfermera y que lidera el I+D de la clínica– nos impulsó a explorar el ecosistema de innovación y desarrollo de la región, ya que sabemos dos cosas: la primera, que caminando sólo no vas a poder hacer grandes cosas; y la segunda, que en Asturias se está gestando un importante hub de biomedicina y biotecnología del que queríamos formar parte.
Después fue cuestión de indagar, preguntar a socios, explorar alternativas y descubrir Innovasturias. Desde el primer momento nos lo habéis puesto muy fácil y nos hemos dado cuenta de que éste es nuestro sitio.

¿Cómo se vive la innovación en el día a día de su organización?
Pues se vive de dos formas diferentes: en primer lugar, somos ávidos consumidores de conocimiento científico, prácticamente a diario comentamos en la sesión algún artículo científico, le damos vueltas a los casos clínicos que tratamos y eso nos exige leer y buscar información, nuevos tratamientos, procedimientos, etc.
Por otro lado está la parte de crear. Experimentar es parte de la dinámica de trabajo que hemos construido. Explorar nuevas formas de trabajar, darle muchas vueltas a todo. Al final, algunas de estas cosas que se nos ocurren o de estas necesidades que identificamos se plasman en un proyecto “con cara y ojos”. En estos momentos ya tenemos en marcha dos proyectos de investigación y uno de innovación y desarrollo de producto. También tenemos otros tres proyectos en preparación.
También quiero destacar que nosotros nos tomamos la investigación muy en serio. Somos muy rigurosos sobre cómo se debe investigar y eso exige que nuestros proyectos pasen por el comité de ética de la investigación del Principado de Asturias. No movemos un dedo, en este sentido, sin la aprobación correspondiente.

¿En qué innovan y cómo lo hacen?
El proyecto más importante que tenemos abierto en este momento es un estudio sobre los efectos de los factores de crecimiento en los ovarios de la mujer para recuperar la reserva ovárica. Es un proyecto que hacemos en colaboración con la empresa BTI y estamos muy ilusionados, porque está dando resultados prometedores y puede ser una alternativa para las mujeres que acuden a nosotros con la reserva ovárica agotada, pero que no quieren recurrir a la ovodonación.
El otro proyecto tiene que ver con los efectos de las hormonas del estrés sobre los resultados de los tratamientos que hacemos, con el objetivo de identificar los hot points del tratamiento y saber hacia dónde dirigir intervenciones de acompañamiento emocional y de soporte psicológico.
Finalmente, estamos poniendo en marcha un proyecto con otros socios de Innovasturias, pero de ése todavía no podemos hablar.
¿Cómo puede ayudar Innovasturias en el fomento de la innovación en su organización?
Formar parte de un clúster es fundamental si quieres hacer cosas serias y con impacto en la sociedad. Innovasturias nos da acceso a una importante red de empresas innovadoras, empresas de otros sectores que nosotros no conocemos tan bien: robótica, ingeniería, informática, biotecnología, etc. Saber que puedes descolgar el teléfono y pedir ayuda para buscar a un potencial socio, y que esos potenciales socios pueden ser receptivos a tus ideas, porque eres un compañero en el clúster de Innovasturias, es algo muy valioso.
¿Y su visión de Asturias entorno a la innovación?
El futuro de la innovación en Asturias es muy prometedor. Creo que ha coincidido una época de mucho talento y de grandes ideas con un momento en el que el acceso a la financiación es razonable. Esto ha permitido que en Asturias haya un grupo de empresas “tractoras” que hacen de base del ecosistema.
En lo que respecta a la biomedicina y biotecnología, creo que Asturias puede liderar algunos sectores. De hecho, ya lo está haciendo –alimentación, estrés oxidativo, biosensores…– y esperamos que pronto, por qué no, también lo haga en el ámbito de la medicina reproductiva, tanto en conocimiento científico como en desarrollo de soluciones y productos.

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